Pongámonos en situación: Tenemos delante un precioso jardín, perfectamente cuidado, amplio, decorado con muebles elegidos con exquisito gusto, ni recargado ni sobrio en exceso, moderno, pero no estridente. Los días son deliciosos, las tardes, encantadoras. Pero al llegar la noche, algo sucede que ni los muebles son tan bonitos, ni el verdor resulta tan refrescante, ni la decoración tan acertada. ¿Qué ha pasado? Cualquiera apostaría a que la elección de las luces es nefasta. Porque tan importante —no nos engañemos, en realidad mucho más— como la elección del mobiliario de exterior y las plantas que adornan el jardín, es la selección de las lámparas que lo iluminan. La ventaja es que hasta que anochece, puede pasar desapercibido. Pero el placer de una noche de verano en un jardín no tiene precio. Así que por qué no íbamos a hacer una buena inversión de tiempo y de dinero para conseguir el ambiente más adecuado.
¿Y por qué no apostar por el diseño patrio? La firma catalana Vibia cada año nos sorprenden con productos más interesantes y originales. Esta temporada, por ejemplo, han presentado Halley, unos espectaculares arcos que crean una atmósfera casi mágica gracias al haz de luz que generan y que simulan un cometa en la noche. Jordi Vilardell y Meritxell Vidal son los ‘culpables’ de esta pieza que aúna alta tecnología, funcionalidad y belleza. Resulta una luminaria muy práctica porque el montaje y desmontaje de Halley es muy sencillo: se puede colocar sobre una mesa en un momento puntual, o para dar luz a espacios más amplios (cada arco se compone de tres piezas que se unen con un simple clic), a modo de luz ambiente. El sistema ofrece tres formas básicas que permiten realizar diferentes composiciones según el lugar donde se quiera colocar: suelo-suelo; suelo-pared y suelo-pinza. La fuente de luz es una lámpara LED que consigue una difusión perfecta, aunando uniformidad y calidez.
Si lo que se quiere es una pieza que además de dar luz ambiente, decore, Break, también de Vibia, es una opción muy adecuada. Porque este gran bloque vertical simula una escultura. Su nombre, literalmente 'Romper', tiene que ver con que la luminaria está dividida, como si la parte superior quisiera despegar y separarse, abriendo una pequeña ranura por donde sale un haz de luz. Se consigue así una iluminación agradable y sutil, que permite disfrutar del jardín nocturno y sus formas, sin avasallar ni provocar deslumbramientos, tan típicos y desagradables. Diseñada por Xuclà & Alemany, se encuentra en diferentes acabados (hormigón, óxido y lacados en blanco o plata) y tamaños (de 12 cm el más pequeño, apto para pared, y de 81 cm el más alto) que permiten integrarla en distintos ambientes.
Los más clásicos tienen en Plis Outdoor su lámpara perfecta. Se trata de un diseño del estudio Ramos & Bassols para Vibia que traslada la estética acogedora del interior de una casa, al jardín, el porche o la terraza. Sus claves son, por un lado, el difusor de polietileno, que proporciona una luz cálida y ayuda a otorgar el ambiente cálido que tanto nos gusta. Por otro, el tratamiento ondulado en la superficie del difusor, que recuerda a las pantallas de cinta de algodón y consigue que nos encontremos como en el salón de casa. Todo un acierto.
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